Cuando estamos en pleno período en que el sol alumbra con la mayor intensidad del año, dando lugar al solsticio de verano y por consiguiente los días más largos, luminosos y calurosos. Cuando los corazones se inundan de paz y amor, pensando en los niños, en los semejantes, en la vida, en la sociedad toda y por qué no decirlo, en el futuro de nuestra patria y de sus instituciones, sintetizados en la Navidad. Cuando se aproxima el fin del año 2010, nos aprestamos a reflexionar sobre el tiempo transcurrido, de los logros y errores, y de la actitud con que debemos abordar el nuevo año.
Al igual que el año pasado, cuando iniciándose tuvimos que enfrentar la pretensión de las Compañías de Seguros de terminar con los beneficios para los bomberos accidentados en actos de servicio, este año nos sorprende con el desastre más lamentable del siglo, en que extensas zonas de nuestro país sufrieron los rigores del terremoto y algunas regiones costeras los embates de un poderoso maremoto que arrasó casas, embarcaciones, villas completas y lo que es peor, con pérdida de vidas humanas.
En ese fragor, la institución de bomberos asumió la tarea de la asistencia y del rescate. Es así como Bomberos, transcurrido el tiempo se yergue como la organización que mayores reconocimientos ha recibido durante este año por distintas instituciones y por varias encuestas a la opinión pública.
Bomberos que perdieron viviendas, familiares, compañeros de misión, carros, cuarteles, postergando la atención a sus heridas, enfrentó con valentía y coraje la emergencia salvando muchas vidas, dando tranquilidad a la población, asistiéndola con los suministros vitales.
Hoy levantando corazones nos encontramos ejecutando los anteproyectos de construcción y reparación de cuarteles, entregando vehículos, y preparando la entrega de carros para aquellos Cuerpos que nunca los han recibido o que tienen material demasiado antiguo.
Estimadas voluntarias y voluntarios, Bomberos de Chile es la institución del voluntariado por excelencia, la institución donde se trabaja porque nace en cada uno de sus miembros el deseo y el ímpetu de ayudar. En estas festividades universales, preparemos nuestros corazones para crecer y ser mejores en nuestros propósitos e ideales.
En ese empeño, en nombre del Directorio Nacional y del mío propio, expreso mis sinceros deseos de que se cumplan sus sanos y altos propósitos por el éxito personal y por el desarrollo de los Cuerpos de Bomberos que tanto queremos.Brindemos, entonces, por que la Navidad sea pródiga en los corazones y por un año nuevo pleno de realizaciones.
MIGUEL REYES NÚÑEZ
Presidente NacionalBomberos de Chile
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