7.6.12

INCENDIOS EN CASAS DE QUINCHO (RE EDICIÓN)

La construcción de casas con muros rellenos de brea, cañas barro y paja es una técnica antigua y muy utilizada hasta la aparición del bloque de cemento. Aún se levantan en Copiapó viejas construcciones construidas con estos nobles y resistentes materiales, algunas con más de 200 años de antigüedad.

Los edificios construidos con estos materiales son frescos ya que conducen poco calor, tienen un excelente aislamiento acústico y el barro en sí mismo es incombustible. En nuestra ciudad estas edificaciones han soportados terremotos resistiendo de mejor manera que las construcciones modernas. Además si pensamos en la construcción con materiales renovables, este tipo de construcción es sustentable en el futuro.

El problema está en su comportamiento estructural durante los siniestros y la acción del agua sobre estos materiales. En una construcción de este tipo el agua lanzada a presión en un factor que propicia el debilitamiento de estas estructuras.

Como dijimos el barro en sí, es incombustible, por lo que una estructura revestida con este material tiene resistencia al fuego, pero la técnica que mezcla el barro con paja hace que esta propiedad de resistencia comience a bajar. La técnica de construcción incluye la instalación de “piederechos” con esquineros y marcos para comenzar a formar el esqueleto de la construcción.

Esta estructura es “forrada” con tiras de cañas y sobre esto se agrega el estuco de barro. Actualmente se pueden encontrar casa en las que se les aplicó estuco de cemento sobre el de barro. Un ejemplo típico de esta construcción es el de la Iglesia de San Francisco Ubicada en la Alameda de Copiapó, construida con cañas traídas desde Guayaquil y revestidas con barro.

En otros casos se han encontrado casas rellenas con un matorral llamada por los copiapinos como “brea” la que tiene una resina que la hace muy combustible cuando está verde y es la que más dolores de cabeza nos provoca a los bomberos en los incendios de matorrales. Es usada entonces para colocarla entre los muros de barro a modo de aislante

Finalmente los techos se han construido por sobre las cerchas de madera con totoras, barros y paja, actualmente también se pueden observar que sobre el barro han colocado calaminas o que en definitiva han eliminando el barro colocando directamente sobre las cerchas las calaminas.

En incendios:

Cuando el muro tiene un orificio: En este caso el “esqueleto” quedó al descubierto por lo que fácilmente el fuego entrará por entre el muro interno y externo, prendiendo las breas y/o cañizos, lo bomberos verán el fuego a través del orificio, pero tendrán que seguirlo palpando el calor que se logre transmitir a través del estuco. La visión común de este incendio es el de mucho humo saliendo por las orillas del techo, hasta que finalmente éste se enciende y se derrumba. Al final queda la estructura en pie con el techo derrumbado al interior.

Cuando el muro no tiene orificios: el fuego podrá comenzar al interior del edificio, en algún mueble o instalación eléctrica sobre la pared (común en las instalaciones antiguas) propagándose hasta el cielo y de ahí a las totoras y paja del techo hasta provocar el colapso de éste, la estructura se comportará como en el caso anterior.

Incendio entre muros: el fuego se inicia entre ambos muros (externo e interno), producido a veces por instalaciones eléctricas defectuosas que van por el interior de ambos muros. En todos los casos hay que buscar el fuego palpando en busca del calor que se pueda transmitir por el barro, hacer forados con un hacha y meter agua para extinguir las llamas. Esto hace que el control del incendio, si se ha llegado oportunamente, sea lento y no exento de riesgos. Lo que se verá es que el interior del inmueble estará intacto, pero con grandes cantidades de humo saliendo por el borde del techo.

Comportamiento estructural:
En la mayoría de los casos el fuego debilitará los techos provocando su colapso al interior del edificio, la técnica de utilizar chorros maestros (nuestros queridos pitones “chanchos”), para botar el estuco y dejar el esqueleto de cañas y/o breas al descubierto es una buena técnica de control de los incendios declarados, pero que debilita los muros propiciando su caída, por lo que se deben extremar las medidas para que no caigan sobre las personas.


Se han visto casos en los que en una bodega están ardiendo violentamente los combustibles al interior, saliendo las llamas por las ventanas y puertas, los bomberos simplemente han atacado de modo indirecto a través de estos accesos logrando extinguir el incendio. Meses después la bodega ha sido reconstruida ya que los muros resistieron al fuego siendo necesario el cambio solo del techo.

Autor del Blog

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Carlos Aguilera Viñas

Acerca de mí

Voluntario Honorario de la Segunda Compañia "Pompa Italia" del Cuerpo de Bomberos de Copiapó. Ingeniero en Prevención de Riesgos. Experto Servicio Nacional de Salud y Sernageomin. Chile. carlos_aguilera@fmi.com