El sulfuro de hidrógeno, denominado ácido
sulfhídrico en disolución acuosa (H2Saq), es un hidrácido de fórmula H2S. Este
gas, más pesado que el aire, es inflamable, incoloro, tóxico, odorífero: su
olor es el de materia orgánica en descomposición, como de huevos podridos. A
pesar de ello, en el organismo humano desempeña funciones esenciales.
Para evitar esta incongruencia en su
denominación, al H2S se le podría considerar como disolución acuosa (aq en la
fórmula), es decir ácido sulfhídrico.
- El
ácido sulfhídrico se encuentra naturalmente en petróleo «crudo»
(procesado), gas natural, gases volcánicos y manantiales de aguas
termales. También puede existir en aguas pantanosas, lagunas o aguas
estancadas, desagües, estanques de harina o de aceite de pescado, barcos
pesqueros y alcantarillados.
- El
ácido sulfhídrico (H2S) es un gas inflamable, incoloro, de olor
característico a huevos podridos, perceptible en contenidos muy bajos.
Este olor proviene de H2S generado por descomposición bacteriana de
proteínas que contienen azufre. Se lo conoce comúnmente como ácido
hidrosulfúrico o gas de alcantarilla. Es uno de los compuestos destacados
como causantes de molestias por malos olores.
- El
ácido sulfhídrico es extremadamente nocivo para la salud. Bastan 20-50
partes por millón (ppm) en el aire para causar un malestar agudo. Por su
grado de toxicidad se le localiza directamente debajo del ácido
cianhídrico (HCN).
- Es
habitual que obreros del sector portuario sean afectados con resultados
fatales cuando entran en bodegas que han transportado productos derivados
de la pesca. En este caso el ácido sulfhídrico proviene de proteínas
sulfuradas, la cistina y la cisteína que se degradan a pH ácido y liberan
el ácido mencionado.