27.6.10

30 DE JUNIO DIA NACIONAL DEL BOMBERO


¡Feliz Día Bomberos Voluntarios de Chile!
El 30 de junio se celebra en todo Chile el "Día Nacional del Bombero", fecha establecida como un reconocimiento a todos los bomberos que siempre están dispuestos a colaborar en los momentos de tragedia.


El 30 de Junio de 1851, en Valparaíso, se forma el "Primer Cuerpo de Bomberos Voluntarios" del país.


En los años siguientes, se formaron nuevos Cuerpos en otros lugares de Chile los que estaban formados por personas importantes de cada ciudad, y por extranjeros o hijos de extranjeros que se habían venido a vivir y a trabajar en Chile. Todos ellos querían ayudar a los demás, pero sin cobrar por su trabajo: por eso, se les llama "Voluntarios".


En este siglo han aparecido muchos nuevos Cuerpos de Bomberos, porque al aumentar los habitantes aparecen nuevos pueblos que necesitan Bomberos.


En 1970, se creó la Junta Nacional de Cuerpos de Bomberos, que une a todos los Cuerpos de Chile. En 1988, se creó la Academia Nacional, que enseña a los bomberos los métodos más modernos para apagar los incendios y salvar personas.


Los Bomberos de Chile siguen siendo voluntarios, y tienen conocimientos y equipos que les permiten actuar en incendios, accidentes, terremotos, inundaciones y otros desastres.


En nuestro país los bomberos son muy respetados, porque ayudan a todos y no piden que se les pague.

25.6.10

MAL USO DE LA GASOLINA


Desde que se inventó el motor de combustión interna la gasolina mueve al mundo. El uso racional de su energía nos ahorra esfuerzos y nos permiten viajar a altas velocidades. Desgraciadamente, también se la emplea con fines de limpieza, lo cual suele producir graves accidentes.

Se estima que anualmente más de 150.000 personas requieren ser internadas de emergencias en los hospitales debido a quemaduras por líquidos inflamables. Más de la mitad de estas quemaduras se deben al uso impropio de gasolina y en su mayoría son causadas por incendios o explosiones.

En la actualidad, a pesar de la disponibilidad de disolventes y de agentes limpiadores relativamente seguros y eficientes, la gente todavía usa gasolina para limpiar la ropa, los pisos, pinceles y piezas de máquinas; en otras palabras, cualquier cosa que se necesite limpiar.

En un accidente, dos mujeres se quemaron gravemente al encenderse el vapor de la gasolina de una solución que usaron para lavarse el cabello.

En otro accidente, ocurrió hace unos años, una anciana observaba a su nieto mientras limpiaba con gasolina el alquitrán adherido al pelo de su perro de caza, cuando la gasolina se derramó en el suelo del sótano y la llama piloto del calentador de agua encendió el vapor produciendo un fogonazo. El joven envolvió rápidamente con una manta a su abuela para sofocar las llamas y la llevo al exterior. Tras asegurarse que estaba a salvo, a continuación empleó una alfombra para sofocar las llamas en su perro. Su abuela tuvo que ser hospitalizada debido a quemaduras graves en los brazos y las piernas. Algunos funcionarios de la dotación de bomberos dijeron que los tres tenían suerte en encontrarse con vida.

Explosividad.

La gasolina está destinada a quemarse. Se vaporiza rápidamente y los vapores pueden hacer explotar para suministrar energía. Sin embrago, esa energía no puede usarse selectivamente. No es común pugilista, quien puede ser un tigre en el cuadrilátero, y un caballero fuera del estadio. La gasolina puede quemarse sobre sus manos o brazos tan fácilmente como lo hace en el motor de un automóvil.

¿Qué hace falta para quemar el vapor de la gasolina? Solamente aire y una fuente de ignición. No es necesario “agitarla bien” antes de usarla, “pulverizarla suavemente” o “dejarla asentar”. Siempre está lista. La gasolina produce vapores inflamables aun cuando su temperatura se haga descender a menos de 0 °C.

¿Ha observado alguna vez cómo un gato acecha a su presa? El gato se arrastra silenciosamente por le piso y luego entra rápidamente en acción. Cuando se usa la gasolina incorrectamente como un agente limpiador, puede ser muy parecida a un gato.

Supongamos que se deja abierto un recipiente de gasolina en un banco. Poco a poco el vapor saldrá y se arrastrará por el piso hasta la llama de una caldera o un calentador de agua. El vapor de la gasolina puede hasta colocarse a través de pequeñas aberturas, por ejemplo, hendiduras debajo de las puertas que separan las habitaciones.

Cuando la gasolina se usa indebidamente para limpiar piso o paredes, se la extiende deliberadamente sobre una amplia superficie. Al aumentar la superficie expuesta al aire, se aumenta la cantidad de vapor y, consecuentemente, también el peligro de incendio y explosión.

En razón de que la llama piloto de una caldera o de un calentador no está a la vista, la gente se olvida con frecuencia de que existe en ese lugar una fuente de ignición.

El quemador presenta un problema aún más grave que la llama piloto debido a su demanda considerable de oxígeno. Las corrientes de aire que circulan desde distintos lugares de la habitación para alimentar al quemador, llevarán los vapores de la gasolina, los cuales se encienden con fuerza explosiva. El vapor actúa como un detonador y es un detonador muy rápido.

La llama abierta no es la única fuente de ignición para el vapor de la gasolina. El arco voltaico que se produce cuando se acciona una llave de la luz o se desenchufa un aparato eléctrico, puede encender el vapor. Lo mismo puede ocurrir con las chispas del motor eléctrico de una perforadora.

Las explosiones que ocurran dentro de los hogares son casi tan comunes como las que se producen dentro de los automóviles. Los sótanos, depósitos y garajes, donde se guarda la gasolina para la cortadora de césped o el automóvil, generalmente, tiene calentadores de agua, estufas y otros aparatos cuya llama piloto constituye una fuente cercana de ignición.

He aquí un accidente típico ocurrido en un hogar y que se puede repetir en cualquier parte: un bebé de 18 meses estaba jugando en el garaje con un recipiente que contenía gasolina. El calentador de agua encendió los vapores de gasolina y convirtió al niño en una bola de fuego. En tan sólo unos segundo el bebé había sufrido quemaduras de segundo grado en el 90% de la superficie del cuerpo y murió horas más tarde.

Como se puede ver, es fácil indicar un fuego con gasolina; después de todo, esa es su finalidad. Sin embargo, es aún más fácil tomar esta precaución: ¡No usar la gasolina con fines de limpieza!… En su lugar usar un líquido que no produzca vapor inflamable por debajo de los 37 °C, como son las esencias minerales.

A lagunas personas que han trabajado durante años con gasolina, les resulta difícil la idea de que ésta sea la causa de tantas muertes. La explicación se basa en que, para que el gas explote se deben reunir ciertas condiciones. Principalmente, el gas debe mezclarse con el aire, pero si la mezcla es demasiado pobre o demasiado rica, la explosión no se produce. Por consiguiente, quien haya utilizado gasolina en forma incorrecta y aún haya tenido un accidente, es porque hasta el momento ha tenido suerte.

La solución no consiste en guardar en el baúl “tan sólo un poquito” o usar “tan sólo una taza” para limpiar el pincel. Un litro de gasolina totalmente vaporizado es suficiente como para hacer volar el techo de una casa.

Guardar gasolina en la casa o en el baúl del auto en recipientes inadecuados es un peligro grave. Toda persona que necesite guardar gasolina para la cortadora de césped, por ejemplo, debe colocarla en un recipiente de seguridad aprobado y guardarla en lugar suficientemente ventilado, preferentemente, fuera del garaje. En casos como este, cuando es absolutamente necesario tener cierta cantidad en la casa, entonces surge la pregunta: ¿Cómo llevarla a casa desde la estación de servicio? Art Stevens, experto en recipientes de seguridad dice lo siguiente: “el recipiente debe ser colocado en el piso del automóvil y deben bajarse las ventanillas. Cuando sea necesario comprar combustible para llevar a la casa, debe irse a la estación de servicio más próxima al domicilio”.

Envenenamiento.

Mark Foww, toxicólogo del National Clearinghouse for Poison Control Center de los E.U.A., indica que muchos envenenamientos se producen en épocas de escasez o racionamiento, cuando la gente se queda con más frecuencia sin gasolina en la carretera para a otro vehículo para pedir un poco. ¿Como se produce generalmente este transvase?… ¡Aspirándola con la boca, tras introducir una manguera en el tanque de gasolina!

La ingestión de gasolina, aun en pequeñas cantidades, puede ser fatal. Tan sólo una cucharadita de gasolina que llegue a los pulmones puede producir una neumonía química, la cual no responde a los antibióticos y puede derivar, abruptamente, en una insuficiencia respiratoria.

Según Mark Fow, la neumonía puede producirse en tan sólo unos minutos o manifestarse después de varias horas, por cuyo motivo se recomienda que cualquier persona que haya ingerido gasolina, vaya de inmediato a la sala de urgencia de un hospital para que le revisen los pulmones. No debe provocarse el vómito porque éste puede pasar a las vías respiratorias.

Disolventes.

El agua es el disolvente más seguro de la naturaleza. Cuando se la mezcla con jabón o detergente, puede limpiar la mayoría de las cosas. Sin embargo, no sirve para limpiar una pieza engrasada de un automóvil o un pincel con pintura a base de aceite. Para disolver la grasa gomosa y la mayoría de las pinturas, barnices y lacas es necesario usar un destilado de petróleo.

El problema radica en elegir un disolvente que realice la tarea de limpieza con un mínimo de peligro de incendio y para la salud. La gasolina y el tetracloruro de carbono son buenos disolventes, aunque son extremadamente inflamables y potencialmente tóxicos, respectivamente.

Los químicos que trabajan con disolventes concuerdan en que los agentes más seguros son las esencias minerales. Si se compra un disolvente en la ferretería de la localidad, probablemente lo que se obtendrá será una clase de esencia mineral. Es posible que se llame disolvente de seguridad, nafta o nafta de elevado punto de inflamación. Si el rótulo no indica ninguna de esas palabras, debe buscarse la palabra de precaución “combustible” ya que significa que el líquido no producirá vapores inflamables a menos de 37 °C, por cuyo motivo es relativamente seguro para usar en la mayoría de las necesidades domésticas. De ser posible, evitar productos cuyos rótulos digan “inflamable”, ya que éstos encierran un mayor peligro de incendio.

Debe, finalmente, recordarse que la inflamabilidad, al igual que la toxicidad de los vapores, después de su concentración. Consiguientemente, cuando se use un disolvente derivado del petróleo debe recordarse que es necesario tener abundante ventilación. El aire fresco diluye a los vapores peligrosos que amenazan la salud y la seguridad.

Autor del Blog

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Carlos Aguilera Viñas

Acerca de mí

Voluntario Honorario de la Segunda Compañia "Pompa Italia" del Cuerpo de Bomberos de Copiapó. Ingeniero en Prevención de Riesgos. Experto Servicio Nacional de Salud y Sernageomin. Chile. carlos_aguilera@fmi.com