La historia de Copiapó siempre ha estado relacionada con eventos interesantes y destacados. Los conquistadores Españoles entraron a nuestro país a traves del valle de Copiapó constituyendose en el primer asentamiento español en Chile, anterior a los del sur, pero injustamente fundado depués de ciudades posteriores como Serena o Santiago. Pudimos haber sido Capital Nacional, si la revolución Constitucionalista de los Gallo hubiese triunfado, pues la riqueza del país estaba en nuestras minas de plata.
Tuvimos el primer tren de Chile, y en donde se transportaron por primera vez tropas a una batalla, la de ramadilla (cerca de puerto viejo), batalla que poco o nada se sabe. Durante la Guerra del pacifico, nuestros gloriosos batallones cívicos entregaron grande heroes además de acciones de guerra a los que regimientos regulares o de línea no eran enviados.
Nuestro Cuerpo de Bomberos fue fundado en 1868, siendo el séptimo en antiguedad en el país y el primero en ser armado durante la guerra del pacífico. Fuimos azotados por un fuerte terremoto en el año 1922 el que provocó un tsunami en las costas de la región, este terremoto causó tantos muertes que hasta el día de hoy se conserva una abandonada fosa común en el Cementerio de Copiapó, con los restos de los infortunados.
En copiapó cayó un avión de pasajeros en viñita azul en los años 50, algo extraordinario en esa época. Durante los setentas unos concriptos rebeldes secuestran un bus y escapan al norte siendo reducidos al interior de aguas verdes.
En los noventas se produjo un incendio en las bodegas de Sademi, en las cuales había hasta cianuro, este evento en los cuales los Bomberos trabajamos arduamente y con pocos recursos técnico, no ocupó mayor antención de las autoridades nacionales de la época, como lo hizo años más tarde el incendio de Molipak en Santiago, de similares características al de Sademi.
En fin podemoas enumerara mucho eventos hístoricos más que se pueden desenterrar de viejos libros o de la memoria colectiva y que a veces son simplemente olvidados.
Probablemente el principio del siglo 21 sea recordado en el futuro por el asentamiento de la Mina San José, la hazaña de los 33 minero atrapados y los esfuerzos que se están haciendo para rescatarlos.
En esto últimos debemos detenernos como Bomberos y hacer una reflexión, si bién es cierto en los primeros minutos los rescatistas especialistas de Bomberos tuvieron un rol destacado en los intentos por rescatar a los mineros, debieron dar paso a la fuerza de la tecnología y la especialización de los Profesionales del área minera para dejar que ellos se hicieran cargo del rescate.
Esto claramente nos indica que no siempre los Bomberos tendrán las competencias y capacidades técnica y humanas para trabajar en situaciones tán extremas o límites, como el caso de nuestros 33 mineros atrapados bajo 700 metros bajo tierra.
He escuchado comentarios de bisoños hermanos Bomberos del sur, que piensan que con las técnicas de rescate urbano muy bien aplicadas en los derrumbes de los edificios del terremoto de febrero, se podría llegar a rescatar a los atrapados en la mina. Obviamente para quienes nunca han entrado a una mina subterranea de la mediana minería o mineria pequeña y artesanal, no tiene la menor idea de como se sobrevive en este mundo subterraneo, lleno de riesgos y con el peligro siempre en ciernes sobre las cabezas.
Quisieramos los Bomberos estar en todas partes para poder ayudar, pero no siempre esto podrá ser posible, una lección que debemos aprender es que en ocasiones es mejor acudir los especialistas para constituir equipos de rescates multidisciplinarios en donde los Bomberos pasan a ser un ente técnico más con potencialidades y debilidades, pero que interactuando con otras especialidades de las áreas privadas y públicas forma parte de un equipo que puede lograr un objetivo, el que en este caso es el recate de los 33 mineros.
Esto último ha sido muy bien manejado por las autoridades Bomberiles de nuestra región la que en palabras de un experimentado Bombero Tercerino "nuestros Bomberos se han comportado a la altura de las circunstancias"...
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