Cuando se produjo el derrumbe de la mina San José, el 5 de agosto, los primeros en llegar al lugar de la emergencia fueron los voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Copiapó.
Actualmente se mantiene en el yacimiento una dotación mínima, es decir, una unidad con tres o cuatro voluntarios, para atender principalmente cualquier necesidad que se pueda producir en la superficie.
El Comandante del Cuerpo, Humberto Espejo, explica que el rescate propiamente tal va a demorar de dos a tres meses y probablemente cuando se acerque esa fecha habrá alguna actividad distinta que deba realizar bomberos. “Se va a tener que sacar a 33 personas, para lo cual se requerirá gente para transportar camillas, brindar la primera atención, vamos a tener muchísimas más gente en el lugar que la que hay actualmente.
“Por ahora estamos haciendo protección de superficie, debido a que hay muchas maquinarias y mucho combustible en el lugar. Verdaderamente esto se ha transformado en una ciudadela y por ende se puede producir cualquier tipo de emergencias. La idea es proteger las máquinas de tal manera de evitar que se pierda alguna de estas y se produzca algún incendio. También hay que proteger las carpas y la gente que está en el lugar y además atender algún tipo de accidente vehicular”, señala.
Humberto Espejo explica que el sector está dividido en tres cercos. El primero donde está la carretera; el segundo es para entrar al campamento, donde se encuentran los familiares de los mineros, Carabineros, el SAR, Samu y la prensa; y el tercer cerco es para entrar a la zona de trabajo y que es donde se encuentra bomberos, a 50 metros de donde se están haciendo los trabajos al interior de la mina, “estamos dentro de las operaciones”, aclara.
Al principio el grupo operativo de la emergencia realizaba reuniones, pero hoy día “cada uno tiene sus funciones bastante definidas y afinadas. Tenemos contacto con Carabineros y el Samu, principalmente con el Comisario que ha estado presente ahí. Básicamente el ABC de la emergencia esta presente en las faenas”.
Al ser consultado respecto a cómo ha vivido esta emergencia, Humberto Espejo aclara que en su calidad de Comandante y coordinador a nivel bomberil ha ido muy pocas veces al terreno. Junto al Capitán de la Tercera Compañía de Copiapó, Germán Arancibia, han coordinado las entradas, turnos, salidas y por supuesto la toma de decisiones. “Cada vez que se bajaba de la mina se hacia una reunión para tomar las determinaciones de lo que se haría”.
Durante todo el proceso de la emergencia la principal preocupación como oficiales a cargo de bomberos, señala Espejo, “era la seguridad de nuestro personal. Cada vez que teníamos que tomar decisiones de que ingresaran a la mina sabíamos que los voluntarios se ponían en riesgo y cuando en reunión con el Comité de Operaciones de Emergencias se tomó la determinación de que las unidades de emergencia ya no ingresaban al interior de la mina, le dimos soporte a la decisión porque conocemos el riesgo del trabajo, pese a todo el desconsuelo y desmotivación que genera el no haber podido bajar al pique para poder sacar a las personas”.
En un momento se llegó a tener en el lugar siete unidades de bomberos y 70 voluntarios, de ellos 20 o 30 ingresaron al interior de la mina junto al personal de la minera Carola, y Punta Cobre. La mayoría se conocían porque muchos de los brigadistas son bomberos. “Los voluntarios tuvieron participación en la bajada al pique y también hay un grupo que se tiene que quedar arriba para hacer lo que se llama “trabajo de recuperación de las personas”, ese es un trabajo de mucha fuerza. Tiene que haber grupos de 20 tirando la cuerda para subir a un compañero que va saliendo desde el interior de la mina. Cuando se habla de alerta roja, es decir, que se está cayendo parte de pique, los bomberos tuvieron que hacer todo ese trabajo”.
Al saber que los mineros estaban con vida, el Comandante relata que sintieron una tremenda alegría, “porque teníamos la carga emocional de no haber podido llegar a ellos y por lo tanto mediante esta otra vía, del tipo más técnico a través de los sondajes, se logra establecer contacto”.
Humberto Espejo aprovecha la ocasión para agradecer a todos aquellos Cuerpos de Bomberos que se comunicaron con ellos para ofrecer su ayuda o sólo consultar qué necesitaban. Todos los Cuerpos de la Región, especialmente Vallenar y Coquimbo, que se desplazaron hasta Copiapó con 28 brigadistas de Rescate Urbano, de los cuales 5 o 6 de ellos eran mineros.
