Cuando las personas nos vemos enfrentados a situaciones de peligro, el miedo y la angustia bloquean el desempeño intelectual por lo que es de suma importancia el ejercitarse para que esto no ocurra. En este sentido los procedimientos de emergencias son de vital importancia para entregar los lineamientos necesarios para lograr mejorar nuestras capacidades en caso de emergencias.
Los procedimientos escritos de emergencias son documentos que intentar detallar los pasos necesarios que las personas deben ejecutar en situaciones de peligro. Normalmente la difusión de estos procedimientos se efectúa en ambientes de tranquilidad, muy alejados de la realidad de una emergencia. Por esto mismo cuando se presentan las emergencias las personas cometen errores o faltas a los procedimientos porque todo su entrenamiento se ha basado en clases teóricas sin sesiones de entrenamiento de terreno práctico.
Los errores de procedimientos en casos de emergencias son muy habituales y se debe que la angustia bloquea nuestro comportamiento intelectual.
En la medida que nos familiarizamos con un objeto o situación peligrosa, esta ira perdiendo sus cualidades amenazantes, lo que se traducirá en un menor impacto, por lo tanto en el entrenamiento de un procedimiento de emergencias podemos aplicar los siguientes métodos:
Instrucción teórica: mediante la instrucción a través de charlas entregando información acerca del procedimiento y el uso de equipos de emergencia. Esto se hace trabajando el hemisferio izquierdo del cerebro.
Simulacros con aviso: se recrea una situación de emergencia y se les informa a todos los involucrados de la fecha y la hora en que se ejecutará con la finalidad que participen de alguna manera actuando en el ejercicio.
Simulacro sin aviso: se recrea una situación de emergencia y no se le comunica a los involucrados, en estos ejercicios se deben incluir actores que simulen heridos, personas heridas, muertas e histéricas. Este tipo de simulacros debe ser los más cercanos a la realidad posible a una emergencia verdadera.
Entrenamiento bajo presión: consiste en asignarle a las personas tareas sencillas y rutinarias las que deben efectuar mientras el resto de los participantes les genera angustia retándolos y gritándoles. De esta manera se tiende al descontrol al principio, pero en la medida que pasa el tiempo y la práctica en esta técnica, el participante adquirirá dominio y aprenderá a efectuar esta tarea sin descontrolarse.
Intención paradójica: Se trata de no luchar contra el miedo o la angustia, al contrario se trata de sentir más miedo y angustia hasta que estas desaparece y comienza a aparecer la tranquilidad. (autocontrol).
Técnicas de relajación: Se trata de eliminar la tensión que provoca cambios fisiológicos y que traen como consecuencia el agotamiento psíquico y físico y que facilita la aparición de emociones negativas que interfieren con el desempeño intelectual en los casos de emergencias.(autocontrol).
Técnicas de sugestión: Se utiliza para enfrentar a personas descontroladas o histéricas, mediante un tono de voz calmado y tranquilizador, tomándoles las manos y preguntándoles cada cierto tiempo como se están sintiendo hasta logra relajarlos.
Aproximación sucesiva: Se trata de sensibilizar progresivamente a las personas frente a una situación u objeto amenazante hasta lograr que se familiaricen con estos. Esta técnica es usada en el entrenamiento de los grupos de rescate y se usa con o sin aviso.
Estimulo distractor: Se utiliza para asignarle tareas a los colaboradores espontáneo que muchas veces entorpecen las labores en las emergencias. Se les da instrucciones para que cumplan tareas que son irrelevantes pero que ellos cumplirán a cabalidad y dejando de ser una interferencia porque se sentirán considerados.
Control de personas agresivas: Se trata de no discutir con personas impulsivas e intolerantes, al contrario se le debe dar información , permitir que expresen su opinión pero en intervalos de tiempo, cosa que se pueda ejecutar el trabajo programado .
El concebir adecuadamente los procedimientos de emergencias y su posterior difusión teórica requerida, educando el hemisferio izquierdo del cerebro podremos poner en prácticas las técnicas aprendidas con la finalidad de entrenar de manera gradual y progresiva el hemisferio derecho, el que es preferentemente emocional, para que adquiera las experiencias necesarias para enfrentar las emergencias del mundo real.
Fuente: Libro Psicología de la Emergencia de Cristian Araya Molina.Voluntario del Cuerpo de Bomberos de Santiago.http://www.psico-air.cl/
