La formación después de un llamado de Comandancia más que una tradición debe ser considerada como una buena práctica de seguridad. En efecto el Oficial o Voluntario a cargo, al hacer formar, tiene una oportunidad de:
1) Verificar que todos los que salieron al llamado hayan regresado. El efectuar un conteo de nuestros Bomberos después de la emergencia nos permite darnos cuenta si alguno de ellos falta, si es así se debe iniciar inmediatamente una búsqueda para encontrarlo a la brevedad.
Existen algunas técnicas simples para llevar un control del personal, como por ejemplo colocar un anillo de metal en el carro de bomba, luego a medida que los Bomberos comienzan a llegar al lugar del llamado, van enganchando una credencial en ese anillo. El Oficial a cargo devuelve la credencial al Bombero cuando se hace la retirada, este método sirve para hacer la lista de asistencia y controlar el regreso de todos. Utilizar este sistema requiere del hábito de todos los Bomberos para que antes de efectuar cualquier cosa cuelguen su credencial en el anillo.
2) Verificar el estado de salud del Bombero: El formar después del llamado es una oportunidad de tener un contacto cara cara con el personal y preguntarle a cada uno como se siente después del servicio tanto anímica como físicamente. El detectar con anticipación algún síntoma, permitirá darle una atención médica oportuna al Bombero afectado.
3) Analizar brevemente el desempeño en el control de la emergencia: una mente abierta a la crítica nos permitirá revisar que hicimos bien y que hicimos mal en la emergencia. La opinión de todos debe ser escuchada y recogida para ir mejorando progresivamente, la formación es la oportunidad.
4) Afianzar el espíritu de equipo: la formación es un momento solemne, en donde se refuerzan la disciplina y el espíritu de equipo, es un momento de mostrar que todos regresaron victoriosos y de sentirse orgullosos de ser Bomberos.
5) Para fines de registro y control: la formación permite llevar un buen registro estadístico de la asistencia a los llamados.
Como podemos ver la formación es más que una tradición.
1) Verificar que todos los que salieron al llamado hayan regresado. El efectuar un conteo de nuestros Bomberos después de la emergencia nos permite darnos cuenta si alguno de ellos falta, si es así se debe iniciar inmediatamente una búsqueda para encontrarlo a la brevedad.
Existen algunas técnicas simples para llevar un control del personal, como por ejemplo colocar un anillo de metal en el carro de bomba, luego a medida que los Bomberos comienzan a llegar al lugar del llamado, van enganchando una credencial en ese anillo. El Oficial a cargo devuelve la credencial al Bombero cuando se hace la retirada, este método sirve para hacer la lista de asistencia y controlar el regreso de todos. Utilizar este sistema requiere del hábito de todos los Bomberos para que antes de efectuar cualquier cosa cuelguen su credencial en el anillo.
2) Verificar el estado de salud del Bombero: El formar después del llamado es una oportunidad de tener un contacto cara cara con el personal y preguntarle a cada uno como se siente después del servicio tanto anímica como físicamente. El detectar con anticipación algún síntoma, permitirá darle una atención médica oportuna al Bombero afectado.
3) Analizar brevemente el desempeño en el control de la emergencia: una mente abierta a la crítica nos permitirá revisar que hicimos bien y que hicimos mal en la emergencia. La opinión de todos debe ser escuchada y recogida para ir mejorando progresivamente, la formación es la oportunidad.
4) Afianzar el espíritu de equipo: la formación es un momento solemne, en donde se refuerzan la disciplina y el espíritu de equipo, es un momento de mostrar que todos regresaron victoriosos y de sentirse orgullosos de ser Bomberos.
5) Para fines de registro y control: la formación permite llevar un buen registro estadístico de la asistencia a los llamados.
Como podemos ver la formación es más que una tradición.
