Durante las operaciones de control y extinción de incendios o de rescate, en ocasiones se expone la integridad física y la salud de los Bomberos. Es decir se pone en riesgo la seguridad del personal.
Los accidentes en actos de servicios tienen un resultado inmediato y visible, el que se manifiesta con una lesión o herida de la persona. Estas heridas podrían requerir de una curación simple de primeros auxilios y/o hasta un tratamiento medico el que podría requerir cirugías y reposo médico del lesionado.
Una enfermedad adquirida por el ejercicio de la actividad bomberil, tendrá una repercusión a largo plazo. En este caso, el Bombero podría manifestar algún tipo de enfermedad musculo esquelético, a los pulmones, cardiaca, cáncer, etc., con el paso del tiempo. En muchos casos estas enfermedades podrían manifestarse cuando el Bombero ya esté retirado del servicio activo.
La prevención de los accidentes y de la enfermedades por el ejercicio directo de la actividad bomberil es relevante en cualquier operación de las operaciones de control y extinción de incendios o de rescate. Los Bomberos, aparte de ser entrenado en las técnica y procedimientos correctos para enfrentar estas situaciones, deben recibir la capacitación necesaria para identificar los peligros y los riegos y los controles operacionales críticos de cada actividad.
Ejemplos
Como podemos ver en estos tres ejemplos tenemos tres diferentes controles operacionales dependiendo del nivel del riesgo.
Controles duros: uso de protección contra caídas de
altura.
Si nos situamos en una actividad de incendio en el cual se debe
trabajar sobre el techo para ventilar, es decir destechando, nos enfrentamos
inmediatamente a un peligro que requiere un control duro. Si nos
imaginamos cayendo a través de ese techo directamente sobre el fuego desde una
altura considerable, podemos suponer lesiones graves e incluso la muerte. Por
lo tanto un control operacional blando como "entrenamiento o
capacitación" o el uso del casco chaqueta y botas no detendrán la caída. Pero sí lo hará un arnés anclado a un
punto diferente del techo o usando una plataforma o superficie de
trabajo.
Controles Blandos o administrativos: maquinistas
certificados.
En el caso de la conducción, sobre todo durante el traslado a la
emergencia, el riesgo es la interacción con el resto de los conductores, el
tráfico, lo peatones las condiciones del carro o las vías, el estado de los
semáforos, si es de día o de noche, más las habilidades y condición física del
maquinista. No podremos controlar todas esas variables que influyen es decir,
no podemos paralizar la ciudad por ejemplo, o reparar los semáforos, por lo que
solamente nos queda capacitar y certificar a los maquinistas asegurándonos que
se encuentren en óptimas condiciones antes de salir del cuartel. Pero debemos
tener en claro que esto nunca evitará un accidente de tránsito, esto en un control
blando.
Control protegiendo a la persona: Uso de traje matpel,
ERA.
Cuando no podemos eliminar el peligro, por ejemplo para apagar un incendio
debemos enfrentarnos al calor de las llamas, para controlar y manipular un derrame de ácido sulfúrico no siempre
podremos neutralizarlo, entonces, finalmente debemos proteger a la persona. Es
el control operacional más básico de todos. El uso del equipo de respiración
nos permitirá proteger nuestro sistema respiratorio de futuras enfermedades y
nos permite mantener la vida en ambientes altamente contaminados, pero no
elimina el peligro, por lo que además se deben implementar los controles
críticos para que el equipo de respiración autónomo sea mantenido adecuadamente
para que cuando se tenga que usar funcione y no se transforme en
un agente peligroso también.
Como podemos ver en estos tres ejemplo aparecen diferentes
categorías de controles operacionales para prevenir accidentes y enfermedades,
siendo los más efectivos de estos los controles duros y por los cuales siempre deberíamos
en la medida de lo posible optar.
Los controles blando o administrativos y el uso del
EPP debieran ser el estándar mínimo en las capacitaciones y entrenamiento de
los bomberos.
No debemos olvidar que las conductas son factores
contribuyentes en la ocurrencia de los accidentes, por ejemplo si estoy entrenado y no uso el arnés
de seguridad estando disponible, si tengo actitudes temerarias e irresponsables
cuando conduzco o manipuló productos químicos, no habrá medida preventiva que
resista. Y las conductas seguras se forman en la vida de cuartel, en las
academias y capacitaciones siendo los Oficiales los ejemplos y referentes para
las nuevas generaciones.